Thursday, June 20, 2019

Dos Respuestas en Una / Two Answers in One

[EN ESPAÑOL ABAJO]


For the month of June, I’m back in Costa Rica for a Spanish language immersion program.  Once again, I will write my stories in bad Spanish and then translate them to English so that we can see my progress with learning the language.


[ENGLISH TRANSLATION AT BOTTOM]


Durante el mes de junio, estoy en Costa Rica de nuevo para un programa de inmersión en español. Otra vez, va a escribir mis historias en español malo y entonces traducir a inglés para que podemos ver mi progreso con aprendiendo el idioma. Aviso: Todos errores gramaticales en el diálogo son mío.

Tengo muchas historias que compartir sobre mi tiempo aquí en Costa Rica, pero hoy quiero contar una experiencia que arde en mi corazón. Esta no es un típica cuenta de viajar.

En una historia previa, los dije que tengo inseguridades sobre mi primer noviazgo después de mi divorcio casi siete años atrás. Estos miedos no tienen una conexión con Juan específicamente. Temo la idea de confiando en alguien, porque no quiero tener dolor en el futuro… ni ahora.

Voy a quedarme aquí por cuatro semanas en todo. Juan y yo hubimos sido un pareja por solo dos meses antes de mi viaje; por eso, la separación ha causado luchas en mí. Aunque estoy disfrutando mi tiempo mucho, y estoy aprendiendo español rápidamente, he sufrido de mis inseguridades frecuentemente.

Por la noche, Dios me ayuda; habla conmigo en mis pensamientos y en las escrituras. Una noche, oré, “Por favor, ayúdame a calmarme, como un niño destetado de su madre.”

Reconocí que este pensamiento era una versículo de la Biblia, pero no supe de donde.

Entonces, encontré estos versículos en Salmos:

“[Dios] cambia la tempestad en sosiego, y se apaciguan sus ondas. Luego se alegran, porque se apaciguaron; y así los guía al puerto deseaban.” (Salmo 108:29-30)

Entendí que Dios hace el tormento callado, y por eso, nosotros podemos acallarnos. Además, me di cuenta de mi puerto deseado es cualquier lugar donde mi Amado está--en mi propia casa o miles de kilómetros lejo. Mi refugio, mi lugar más seguro, es en mi corazón, donde el espíritu de Jesucristo vive.
 
¡El día siguiente, en la mañana, abrí la Biblia en el libro de Salmos y inmediatamente encontré este versículo!


En verdad que me he comportado y he acallado mi alma como un niño destetado de su madre; como un niño destetado está mi alma. (Salmo 131:2)

¡Era un eco divina! Supe que Dios había hablado a mí.


Si usted piensa que mis inseguridades se fueron después estas palabras de Dios, probablemente no ha sido leyendo por un tiempo largo. Me sentí paz por unas días, pero el viernes pasado otro problema se añadió: insomnio. Hacia tenia 40 años, he tenido dificultades con sueño ocasionalmente; mi sueño es muy fragile. Esta noche, varios factores impidieron mi sueño.

No pude dormir hasta después de las dos. Quizás veinte minutos más tarde, los gallos comenzaron que cantar, y me desperté, sintiéndome ansiosa. “¿Que va a pasar si no puedo dormir toda la noche?” me pregunté.

Mi miedo de insomnio lo causó. Volví en mi cama de un lado al otro, y tuve más y más ansiedad.

“Padre,” oré, “Yo sé que tu palabra dice que puedo acalladarme, como un niño destetado con su mamá. Pero estoy tan cansada. Mi cuerpo no puede estar callado. Mi mente está confundida, y no puedo acalladarme. Por favor, ayúdame, Espíritu Santo.”

No oí nada. Supe que Dios estuvo conmigo, pero todavía no puedo relajarme. Me levanté a las cinco, cuando la luz brilló con toda su fuerza. El día que viene me pareció interminable, pero Dios me bendijo con muchas alegrías durante la mañana y la tarde.

La casa era llena de familia muy amables. Recibí muchas abrazos y disfruté la conversación y unas juegos de cartas.

Yo y Macha, mi Mamá Tica

Tía Irene y Yo

Les enseñé un juego muy complicado se llama Dutch Blitz. En este juego, todos los jugadores ponen sus cartas en el mismo tiempo… muy competitivo y divertido. Para mí, el juego real fue que encontrar suficientes palabras españoles para explicar las reglas. Debí que usar gestos y mirar ejemplos. Me sorprendió que pude conversar en español sin un uso completo de mi mente. ¡Estuve empezando a pensar en espanol!

En la hora de almuerzo, llegó una pareja americana de California. Fueron los dueños de la casa atrás, y esta fue su primer vez que ver la casa. Macha me sentó con ellos para que podemos hablar en inglés.
Mike, Valerie, y Yo


En verdad, me sentí demasiado cansada que conocer a más nuevos amigos, pero ellos fueron una delicia. Les conté sobre mi insomnio y ansiedad, y ambos tuvieron mucha compasión. Después un tiempo muy corto, me invitaron a su casa, para ducharme y para oramos juntos… en inglés. Lloré con alivio; en este tiempo, me sentí como un niño pequeño quien quiso su propia cama.

Estos extraños que eran mis hermanos en Cristo me ofrecieron algo casi tan bueno: una habitación tranquila y apartada en su nueva casa.

Mi anhelo de dormir luchó con mi sentido de la propiedad. “Es su primer dia aqui en su nueva casa. ¿Estan seguro?”

“¡Sí! Es nuestra placer.”

Explicaron su visión de un ministerio se llama “Come Apart Before You Fall Apart (Se Aparte de Todo antes de Deshacerse).” Quieren usar la casa como un refugio para personas quienes están luchando o sufriendo.

“Esta casa va a ser un lugar para sanar,” Mike dijo.

“¿Tenían alguna idea que Dios iba a enviar a su primera persona con dificultades el primer día?” pregunté.

“¡No!” Valerie contestó. “Nos hemos estado preguntando cómo nuestro ministerio iba a comenzar.”

“Pienso que Dios me envió a ustedes, pero también les envió a mí,” yo dije. Expliqué mi oración por ayuda durante la noche anterior. “Cómo hace Dios esto?”

“No sé,” Valerie dijo. “Dios es tan bueno.”

“¡Si!” Todos estuvimos de acuerdo.

Mi cuarto era ciertamente un lugar de curación, pero esa es otra historia.

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I have many stories to share about my time here in Costa Rica, but today I want to tell an experience that burns in my heart. This is not a typical travel story.

In a previous story, I told you that I have insecurities about my first relationship after my divorce almost seven years ago. These fears do not have a connection with Juan specifically. I fear the idea of trusting anyone, because I don't want to have pain in the future... nor now.

I'm going to stay here for a total of four weeks. Juan and I had been a couple for only two months before my trip; for this reason, the separation has caused struggles in me. Although I am enjoying my time very much, and I am learning Spanish rapidly, I have suffered from my insecurities frequently.

During the night, God helps me; he talks with me in my thoughts and in the scriptures. One night I prayed, "Please help me to calm myself like a weaned child with his mother."

I recognized that this thought was a verse from the Bible, but I didn't know where it came from.

Then, I found other verses in Psalms:

God calms the storm so that its waves are still. Then they [the sailors] are glad because they are quiet; so He guides them to their desired haven. (Psalm 108:29-30)

I understood that God makes the storm calm, and for this reason, we can calm ourselves. Further, I realized that my desired haven is anywhere where my Beloved is--in my own house or thousands of kilometers away. My refuge, my place most secure, is in my heart, where the spirit of Jesus Christ lives.

The following day, in the morning, I opened the Bible to Psalms and immediately found this verse!

Surely I have calmed and quieted my soul, like a weaned child with his mother; like a weaned child with his mother is my soul within me. (Psalm 131:2)

It was a divine echo! I knew that God had spoken to me.

If you think that my insecurities went away after these words from God, you probably haven't been reading very long. I felt peace for a few days, but last Friday another problem was added: insomnia. Ever since I turned 40, I have had difficulties with sleep occasionally; my sleep is very fragile. This night, various factors hindered my sleep.

I could not sleep until after two. Perhaps 20 minutes later, the roosters started to crow, and I woke up feeling anxious. “What is going to happen if I can't sleep for the entire night?” I wondered.

My fear of insomnia caused it. I turned in my bed from one side to the other, and had more and more anxiety.

“Father,” I prayed, “I know that your Word says I can calm myself, like a weaned child with his mother. But I am so tired. My body cannot be calm. My mind is confused, and I cannot calm myself. Please help me, Holy Spirit.”

I didn't hear anything. I knew that God was with me, but I still couldn't relax. I got up at five, when the light started to shine with full force. The day ahead of me seemed endless, but God blessed me with many joys throughout the morning and the afternoon.

The house was full of very friendly family. I received many hugs, and I enjoyed the conversation and a few games of cards.
Me and Macha, my Costa Rican Mama

Aunt Irene and Me 


I taught them a very complicated game called Dutch Blitz. In this game, all the players play their cards at the same time... very competitive and fun. For me the real game was finding enough Spanish words to explain the rules. I had to use gestures and show examples. I was surprised that I could converse in Spanish without the full use of my mind. I was starting to think in Spanish!

At lunch time, an American couple arrived from California. They were the owners of the house behind us, and this was their first time to see their house. Macha seated me with them so that we could talk in English.
Mike, Valerie, and Me


In truth, I felt too tired to make any new friends, but they were a delight. I told him about my insomnia and anxiety, and both had a lot of compassion. After a very short time, they invited me to their house, so that I could take a shower and so that we could pray together... in English. I cried with relief. At this time, I felt like a little child who wanted her own bed.

These strangers who are my brothers in Christ offered me something almost as good: a quiet, secluded room in their new house.

My longing for sleep fought with my sense of propriety. “It is your first day here in your new house. Are you sure?”

“Yes, it's our pleasure.”

They explained their vision of a ministry called “Come Apart Before You Fall Apart.” They want to use the house as a refuge for people who are struggling or suffering.

“This house will be a place for healing,” Mike said.

“Did you have any idea that God would send your first person with difficulties the first day?” I asked.

“No!” Valerie answered. “We have been wondering how our new ministry was going to start.”

“I think that God sent me to you, but He also sent you to me,” I said. I explained my prayer for help during the previous night. “How does God do that?”

“I don't know,” Valerie said. “God is so good.”

“Yes!” everyone agreed.

My room was indeed a place of healing, but that is another story.

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